FSC-CCOO Ferroviario | 19 abril 2024.

Se alcanza preacuerdo para la regulación del trabajo a distancia en Adif y Adif AV

  • La materialización del acuerdo el próximo día 16 supondría que toda la actividad de trabajo a distancia que se puso en marcha de manera improvisada tras el estado de alarma, no quede como un paréntesis tras la recuperación de la normalidad, sino que tenga su continuidad normalizada por un Acuerdo de Regulación que formalizaría todo lo que ahora se viene haciendo sin ninguna base normativa

04/06/2021.
Teletrabajo.

Teletrabajo.

A lo largo de estos últimos meses, hemos venido dando cuenta de las vicisitudes sufridas por la negociación de un Acuerdo para la Regulación del Trabajo a Distancia, conforme a lo establecido en la cláusula 15ª, “Teletrabajo”, del II Convenio Colectivo de Adif y Adif AV.

Finalmente, este jueves 3 de junio, en una doble sesión (CGE de Adif, por un lado, y Comisión Negociadora del Convenio, por otro), se ha conseguido alcanzar un Preacuerdo entre la mayoría de ambos órganos y la dirección de las empresas que, si es ratificado por los órganos de decisión de los firmantes, se convertirá en Acuerdo definitivo el próximo 16 de junio, con la firma del mismo en la Comisión Negociadora del Convenio. Una minoría ha decidido no suscribir el preacuerdo hasta no elevarlo a sus órganos de decisión, con lo que unos por un camino y otros por otro, y tras las consultas correspondientes de todos, podríamos llegar a un hito verdaderamente histórico de la organización del trabajo en Adif y Adif Alta Velocidad.

El Preacuerdo toma como referencia el Acuerdo de la Mesa General de Negociación de la AGE sobre desarrollo del trabajo a distancia en la Administración General del Estado, y se convierte en pionero de su aplicación en la empresa pública, situando a Adif y Adif AV en el siglo XXI. Para ello, se dota de una comisión de seguimiento que irá dando respuesta a las distintas cuestiones que vayan surgiendo tras su aplicación, pues dada la novedad de la materia regulada, se ha optado por un modelo de Acuerdo no estrictamente cerrado, que posibilite las adaptaciones que sean necesarias, incluyendo las que hubiera que hacer una vez se publique en el BOE el Acuerdo de la Mesa de la AGE, a fin de igualar nuestra regulación a la del conjunto de la Administración Pública si en algún aspecto resultara finalmente inferior (lo que hasta ahora no es el caso).

En este sentido, se han salvado los últimos escollos que alejaban a las partes, como fijar en 3 días con carácter general el número de días no presenciales por semana; asegurar las percepciones y no fijar ningún plazo para la percepción de la jornada partida, más allá de su percepción habitual; la participación de la Comisión de Seguimiento en la determinación de los puestos susceptibles de trabajo a distancia, recibiendo información además sobre entradas y salidas del programa; la eliminación del requisito de los 4 años de antigüedad para poder acceder a esta modalidad (sustituido por 1 año en el puesto); el reconocimiento del deber de la empresa de dotar de medios (fijándose unos plazos para hacerla efectiva en su totalidad), cubriendo las asistencias técnicas y las reparaciones de los medios proporcionados a las personas acogidas al teletrabajo; un capítulo extenso sobre salud laboral, que incluye la formación y la posibilidad de evaluaciones de riesgos en el sitio donde se haya acordado que tenga lugar el teletrabajo, y, en definitiva, 19 cláusulas que recogen un gran abanico de aspectos que pasan a tener una regulación específica.

Se solicita por la Representación del Personal la extensión del preacuerdo más allá del personal de convenio y que incluya al personal de Estructura de Dirección.

La materialización del acuerdo el próximo día 16 supondría que toda la actividad de trabajo a distancia que se puso en marcha de manera improvisada tras el estado de alarma, resolviendo cuestiones sobre la marcha y sin más regulación que la buena voluntad de las personas que participaron y aún participan de la misma, no quede como un paréntesis tras la recuperación de la normalidad, sino que tenga su continuidad normalizada por un Acuerdo de Regulación que formalizaría todo lo que ahora se viene haciendo sin ninguna base normativa.