FSC-CCOO Ferroviario | 26 abril 2024.

Y siguen con lo de las 35 horas en ADIF: Los cansinos atacan de nuevo

  • Dado que la empresa parte de no querer darlos mediante jornadas completas y que los sindicatos, con CCOO a la cabeza, defendemos todo lo contrario, la única posibilidad que asegure las 35 horas en la empresa era el redactado acordado en el que, es cierto, caben tanto los planteamientos de la empresa como los sindicales

02/06/2023.
Espiral del tiempo

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Nos referimos, claro está, a esa CGT salvapatrias que dice ser la aldea de Asterix entre sindicatos traidores, vendidos, maquiavélicos y por supuesto, mentirosos, puesto que a ellos, su bola de cristal ya les ha dicho que lo que afirmamos en nuestros comunicados es papel mojado y ya hay conspiraciones y acuerdos secretos en sentido contrario. 

Esto lo dicen siempre, se trate de lo que se trate, y ahora con las 35 horas. Si por ellos fuera, estaríamos todos atascados haciendo imposible que el reconocimiento de las 35 horas semanales sea una realidad hoy día. Pero, claro, para ellos, cuanto peor, mejor, porque su única acción sindical es crear malestar sea como sea e intentar reclutar afiliación, no a base de logros propios (que nunca los hay) sino de difundir falsedades sobre los ajenos. 

De momento, hay que recordar las veces que haga falta que el redactado del acta de 16 de marzo que modifica la cláusula 8 del Convenio, no altera para nada el acuerdo vigente de los diez días de reducción de jornada, puesto que la expresión “en cómputo de ocho horas diarias” se ve sustituida por la implantación de una nueva jornada anual de 1536 horas (antes eran 1642) “en, como máximo, 205 días”. Es decir, los 10 días de los que ya disponemos no se pueden partir, ni subdividir de cualquier otra manera que no sean los días enteros que ya tenemos, pues cualquier partición llevaría a superar el cómputo máximo de 205 días (los actuales) y, por tanto, al incumplimiento del acuerdo. O sea, que no intenten liar a nadie: los 10 días actuales están más que seguros, y lo que queda por negociar son los 14 días de ahora, donde la empresa sigue empeñada, esta vez sí, en que no sea mediante jornadas completas en todo aquel personal no sujeto a gráficos de 3 turnos todos los días del año.

Dado que la empresa parte de no querer darlos mediante jornadas completas y que los sindicatos, con CCOO a la cabeza, defendemos todo lo contrario, la única posibilidad para un primer acuerdo que asegure las 35 horas en la empresa era el redactado acordado en el que, es cierto, caben tanto los planteamientos de la empresa como los sindicales (cualquiera que haya negociado sabe que a veces para avanzar solo caben soluciones de este tipo). Pero precisamente ese redactado abierto es el que permite el acuerdo que asegura que, por de pronto, la empresa ya haya firmado que la jornada es de 35 horas semanales (reduciendo de 1642 a 1536 las horas totales, con la consiguiente subida del precio de la hora extraordinaria) y eso no hay quien lo mueva. En ello, tanto Renfe como Adif-Adif AV somos pioneras, puesto que en gran parte de la administración del estado aún no se ha reconocido este cómputo de jornada y todo indica que puede tardar muchísimo (si llega). 

Lo que queda ahora es negociar y si toca, presionar, para conseguir una implantación de la reducción en días completos. Sin el paso anterior podríamos estar toda la vida en el limbo sin que la empresa llegara a reconocer nunca las 35 horas. Y que no nos vengan con milongas. Estamos muy acostumbrados a ver los resultados de sus huelgas: tan nulos que no las hacen ni ellos.

La CGT acostumbra todos los años a hacer dos tandas de huelgas: sus entrañables huelgas navideñas, y sus refrescantes huelgas de verano (de otoños calientes, pocos), y el motivo cambia cada año. Lo importante es dejarse ver, utilizando la buena fe de quien todavía no los conoce. Las huelgas preprogramadas, fomentar demandas fake, poner de los nervios al personal con sus bulos en las redes y echar fango (por no decir otra cosa) sobre el trabajo de los demás, abominando de los logros ajenos para luego apropiárselos, es lo que ellos llaman acción sindical, puesto que una acción sindical de verdad, una acción efectiva para conseguir resultados tangibles, no está a su alcance porque ni cuentan ni suman para el Comité General de Empresa (su posición siempre es irrelevante) ni tienen la solidez y seriedad necesaria para que los tomen en serio en cualquier foro, de forma que tienen todo el tiempo libre para dedicarse a sus juegos malabares dignos de tahúres y titiriteros, para pintar monigotes infantiles, y para calentar el ambiente cabreando a la gente. 

Ahora, además, van diciendo que el acuerdo de los 10 días de reducción de 2018 se debió a la presión de la CGT, cuando todo el mundo sabe que procede, como el actual, de los Acuerdos firmados entonces y ahora para el personal público con la Administración del Estado por CCOO y UGT. El tiempo pasa, las mentiras permanecen, y CCOO tiene que malgastar su tiempo para desmentir los despropósitos de esta troupe de iluminados.

Como ejemplo, nuestro comunicado 58 de 2018 que podría servir perfectamente para ahora.