FSC-CCOO Ferroviario | 29 marzo 2024.

REVISTA "TRABAJADORA"

Editorial / Para la igualdad tenemos un plan: llevar el feminismo a los centros de trabajo

    A finales de octubre del pasado año daba comienzo el presente mandato de las CCOO, tras el 12º congreso confederal. Dábamos inicio también a una nueva etapa en la histórica andadura de esta Secretaría, con una modificación de su denominación. A partir de ahora, nos llamamos “Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo”, porque queremos llevar el feminismo y el respeto a la diversidad a los centros de trabajo. Un propósito que iremos desgranando y en el que también ha de tener un papel importante esta publicación, Revista Trabajadora, decana de la prensa feminista y sindical y seña de identidad de esta secretaría. 

    12/04/2022.
    Ruby Loftus Screwing a Breech-ring es una pintura de 1943 de la artista británica Laura Knight que representa a una mujer joven, Ruby Loftus, trabajando en un torno industria

    Ruby Loftus Screwing a Breech-ring es una pintura de 1943 de la artista británica Laura Knight que representa a una mujer joven, Ruby Loftus, trabajando en un torno industria

    Tenemos retos conocidos y otros nuevos cuyos desafíos afrontamos decididamente, conscientes de nuestras fortalezas. Somos la primera organización sindical del país, en afiliación y en resultados de las elecciones sindicales. Nuestra representatividad, refrendada por la Constitución y normativa laboral y por los resultados electorales, es irrefutable desde el marco constitucional y es apoyada masivamente por la gente trabajadora, como demuestra nuestro renovado liderazgo en las elecciones sindicales, ampliando distancia con el segundo sindicato.

    Desde el 12 congreso además somos feministas estatutariamente. Ya lo éramos antes, en la práctica, por la doble militancia feminista y sindical de muchas de nosotras, por los objetivos feministas que siempre han formado parte de la agenda sindical, por nuestros hechos. 

    Ahora forma parte de nuestros principios, los que definen y orientan nuestras acciones. Ahora no es que haya feministas en las CCOO, es que todas las CCOO somos feministas.

    A las puertas del 12 congreso confederal, cuando echamos las cuentas de la participación de las mujeres en nuestro sindicato, hemos reconocido que las mujeres de CCOO somos una fuerza transformadora del sindicalismo de clase. Hemos dado un gran salto cualitativo y cuantitativo en el proceso de feminización de los órganos de dirección y del gran empuje afiliativo de las mujeres.

    Porque sí, las mujeres de CCOO fortalecemos las CCOO. Como ha dicho en alguna ocasión nuestro Secretario General, Unai Sordo, de las 57 mil afiliaciones nuevas de los últimos cuatro años, 53 mil han sido de mujeres.  Una afiliación creciente, que ronda el 47% del millón de afiliados y afiliadas, y que se produce a pesar de que las mujeres suelen estar en peores condiciones laborales y económicas y con más precariedad.

    Por eso podemos decir, sin complejos: somos la primera organización feminista del país. Y somos la organización con más mujeres organizadas.

    En este 12 mandato confederal contribuimos a renovar el contrato social del siglo XXI. Quedan, sí, importantes desigualdades estructurales provocadas por la arraigada división sexual del trabajo, que sitúa a las mujeres al ámbito familiar y les adjudica los cuidados, con graves consecuencias para ellas, sus empleos, sus oportunidades, su autonomía y su salud.

    Quedan muchos de los problemas laborales y sociales de un sistema productivo caduco, en el que perviven brechas de género laborales, salariales y sociales. Y, además, afrontamos las transiciones en marcha, con nuevas realidades laborales, muchas de las cuales implican retrocesos para las mujeres y amenazas para la igualdad.

    Frente a ello, nuestra fortaleza. Nos hemos propuesto que, con la acción de las CCOO, el feminismo entre en las empresas, potenciando planes y medidas de igualdad, una negociación colectiva con perspectiva de género, adoptar protocolos de acoso sexual y por razón de sexo, integrar la perspectiva de género en la salud laboral, etc.

    Nos hemos propuesto que el feminismo impregne las condiciones de vida, situando los cuidados en el lugar que les corresponde para el sostenimiento de las sociedades y contribuyendo a construir un sistema de los cuidados basado en el sector público y en el empleo de calidad, que sustituya cuidado familiar y no remunerado por empleo cualificado en condiciones dignas.

    Precisamente, este 8 de Marzo nuestro manifiesto ha tenido como lema “De las palabras a los hechos. Para la igualdad tenemos un plan”. Y, en coherencia, son también los planes de igualdad los que ocupan las páginas centrales de nuestro informe, donde se ofrece, de la mano de la mano de la adjunta a la secretaría confederal, Begoña Marugán, un completo mapa de situación. 

    Llevar el feminismo a los centros de trabajo significa no quedarnos en consignas. “Hechos, no palabras” fue el lema de la sufragista británica, trabajadora y sindicalista, Sylvia Pankhurst, que decía a principios del siglo XX, hace más de cien años, que "cuando se tiene razón nadie puede pararte". Seguimos esa estela, continuamos la lucha que entrelaza las reivindicaciones de clase y de género.

    Y en esa lucha, en esa estela, se enmarca también el conflicto que mantienen nuestras compañeras trabajadoras de la dependencia y que se explica en este número en las páginas de empleo. Trabajadoras tan esenciales como precarizadas, que en absoluto están viendo reconocido el tremendo esfuerzo que realizaron en los duros tiempos de la pandemia. Aquellos aplausos, que eran también para ellas, tienen que traducirse en sus salarios, en sus condiciones de trabajo.

    Llevar el feminismo a los centros de trabajo también significa incidir para que las políticas sindicales tengan muy presente la dimensión de género. En este sentido, celebramos dos grandes avances: la reforma laboral y la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 1000 euros.

    La reforma laboral es vital para millones de trabajadoras, especialmente las más precarias. Tendrán más estabilidad en el empleo, mejoras salariales. Es un acuerdo pensado para las personas trabajadoras que más sufren la precariedad y, entre ellas, hay que recordarlo, la mayoría son mujeres. Porque la precariedad laboral es un fenómeno feminizado, ha tenido siempre rostro de mujer. 

    Nuestro feminismo es además inclusivo. Porque no puede haber un horizonte de justica social si ésta no alcanza a todas las personas, independientemente de su identidad y orientación sexual o expresión de género. En el marco del 8M, en este número hemos querido poner el foco en las vidas y los trabajos de las mujeres LTB de la mano de nuestra compañera Miriam Correas, responsable LGTBI+ en CCOO Industria Madrid. También en una interesante iniciativa por el que Gobierno de Canarias recompensará a las personas LGTBI en exclusión que fueron discriminadas en el franquismo y que nos explica Sylvia Jaén, viceconsejera de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias.

    He mencionado tan solo una pequeña muestra de los artículos que recoge este número 74 de Trabajadora, un número que no pretende sino subrayar y profundizar en lo que somos las CCOO: feministas, sindicalistas, agentes de igualdad. 

    Queremos que las trabajadoras y trabajadores sean protagonistas del cambio. Queremos contar con ellas y ellos para conseguir transformar la discriminación en igualdad. 

    Ahora es el momento de la acción transformadora. Los RD 901 y 902 que hemos negociado y acordado en el Diálogo Social refuerzan los planes de Igualdad, que son la herramienta para corregir desequilibrios laborales, salariales y sociales entre hombres y mujeres en miles de empresas. Es el momento de garantizar el cumplimiento normativo, de actuar para avanzar.

    Una actuación que, por supuesto, es también imprescindible para eliminar cualquier tipo de LGTBIfobia en los centros de trabajo, especialmente en este contexto político en el que los discursos de odio han cobrado fuerza y, con ellos, las agresiones de todo tipo. Nuestra apuesta es lograr que sea considerada como riesgo psicosocial e incluida en los planes de prevención de riesgos laborales. 

    Frente a quienes niegan la violencia contra las mujeres, o la brecha salarial, frente a quienes cuestionan nuestro derecho a decidir sobre nuestra maternidad, nuestro derecho al aborto, quienes atacan también otros derechos, el derecho a verdad, justicia y reparación, a dignificar nuestra memoria histórica, quienes cuestionan el derecho a ser una sociedad que respeta la diversidad, que aboga por la inclusión, la igualdad, la tolerancia, la acogida, la solidaridad. Les decimos: nos van a tener enfrente.

    CCOO siempre ha ido empujando en igualdad,  reclamando, adaptando nuevas estrategias y compromisos. Somos movimiento sindical; con nuestro movimiento sacudimos inercias, despertamos conciencias, dinamizamos y aceleramos los cambios sociales. Con nosotras, con nosotros, se mueve la sociedad. Con las CCOO.